Los Vignerons de Huesca se definen como pequeños productores con alma de agricultor, artesano y artista.

El año pasado comenzó a tener presencia en las cartas de los restaurantes el sello identificativo de los Vignerons de Huesca. Un vigneron podría ser una mezcla entre viticultor y vinicultor. Un vigneron es el artesano que controla todos los procesos de la elaboración en un vino, pero que, sobretodo, trabaja la viña. En zonas de Francia donde desde hace siglos impera el minifundio hace cientos de años que se utiliza esta palabra.

El proyecto Vignerons  de Huesca, a través de La Corona de Aínsa, busca ser un puente de unión entre este trabajo realizado por las bodegas y su puesta en escena en un restaurante. Una apuesta por los productores de cercanía.

Vignerons de Huesca, nace en el 2017 de la pasión por el vino y por ayudar al despoblamiento de la provincia oscense. Nace con un carácter territorial basado en toda una provincia, lo cual ofrece un gran abanico de terrenos, elaboraciones, climas y variedades.

Un vigneron es el artesano que controla todos los procesos de la elaboración en un vino, pero que, sobretodo, trabaja la viña. En zonas de Francia donde desde hace siglos impera el minifundio hace cientos de años que se utiliza esta palabra.

Es en los últimos años cuando ha habido una profunda revolución vigneron,  que en Francia ha impregnado también la Champaña incluso salpicando a Burdeos. Ya son muchos los hijos de aquellos viticultores que vendían todas las uvas a las grandes maisons  de champagne, los que en la actualidad elaboran ricos vinos llenos de personalidad y, muchas veces, incluso de precisión.

¿Los quieres conocer? Estarán presentes en Palo, el día 22 de septiembre, para ofrecer catas y degustaciones de los vinos que forman parte de este nuevo movimiento.