En Clave de Aragón ha finalizado su quinta edición con un balance positivo. Tanto la elevada calidad de las actividades y espectáculos, como la notable afluencia de visitantes, con más de un millar de personas repartidas entre el sábado 18 y el domingo 19, ponen de relieve la buena marcha del festival y su consolidación en el calendario cultural y agroalimentario de la Comunidad aragonesa.
En todo momento se ha velado por la seguridad de los asistentes, con la aplicación del protocolo Covid 19 y la diversificación de propuestas culturales en la plaza de Coscojuela de Sobrarbe, la iglesia de la Asunción, la era habilitada para espectáculos, el centro social. A estos espacios hay que añadir la antigua escuela rehabilitada con motivo de la celebración del festival. Este edificio, que también alberga en la planta baja el calabozo, ha sido recuperada en un tiempo récord de tres meses gracias a la voluntad de la asociación de vecinos del pueblo, a la ágil gestión del Ayuntamiento Aínsa-Sobrarbe y a la aportación económica de la Diputación Provincial de Huesca.
Entre los momentos de mayor carga emotiva cabe destacar el homenaje realizado a las cuatro familias (Juste, Garcés, Arnal y Campo) que resistieron la expropiación del embalse de Mediano. Estas cuatro casas sirvieron de ejemplo y motivación para otras familias que han ido llegando a Coscojuela de Sobrarbe, alcanzando el medio centenar de vecinos en la actualidad y afianzando a un pueblo que incluso tiene un aeródromo en constante actividad.
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