«Abizanda enamora desde el propio nombre tan árabe y tan sonoro. Es un pueblo amarrado al pie de una espectacular fortaleza medieval. No llegan al centenar de habitantes, y pasa un poco del centenar si contamos los de varios núcleos urbanos que pertenecen al municipio: Escanilla, Lamata, Ligüerre y Mesón de Cinca. Todo el pueblo es plaza y castillo, que así llaman a la torre». Miguel Caballú iniciaba de este modo su relato sobre la localidad que será sede de la cuarta edición de En Clave de Aragón, el 19 y 20 de septiembre.

Extraemos otro párrafo de su artículo y os recomendamos su lectura:

«En Abizanda está el Museo de la Religiosidad y Creencias Populares que montó y dirige el antropólogo Angel Gari. Una maravilla donde el viajero puede recorrer, en varios pisos, testimonios de la constante preocupación del hombre por la supervivencia, la salud, la enfermedad y las desgracias. Cuidadosamente ordenados se muestran objetos desde el primer milenio antes de Cristo hasta la primera mitad del siglo XX. Esta muy bien ubicado en un sitio donde el aislamiento de las montañas del Pirineo y las difíciles comunicaciones de que disponían los pobres antepasados favorecían las leyendas y creencias raras aunque luego se fundieran con las doctrinas cristianas. La gente padecía muchos fenómenos que, al no entenderlos, le generaban indefensiones y miedos colectivos. Así gusta ver en el Museo como se protegían la propia casa o la propia gente. Unas 8.000 piezas, que dieron alivios y ahora dan mucho que pensar».

Imagen: Abizanda, portal del Sobrarbe, sin peaje. Dibujo de Teodoro Perez Bordetas.